Según distintas fuentes y tradiciones de la cábala hebráica, los cabalistas afirman que se puede llegar a su estudio por dos caminos, o por amor o por dolor.
Los que llegan por el primer camino lo hacen atraÃdos por el poder de su Jojmáh (sabidurÃa) interior, que clama desde las profundidades del abismo psicológico despertar y salir a la luz, crecer y desarrollarse, conocerse y elevarse en planos cada vez más superiores, de la misma manera que una semilla se abre y eleva su tallo desde la oscuridad de la tierra hacia la luz solar. Las personas con una "raÃz de alma" inclinada a recibir las bendiciones materiales y espirituales del Universo en todos los planos en los que este se desenvuelve, presentan una simpatÃa y búsqueda natural y amorosa por recibir, como enamorados kabalistas, su mayor bien, el conocimiento superior que sustentará y protegerá su progreso interior y le colmará de dichas y beneficios. ¿Cómo no amar la Fuente de toda bendición?¿Cómo no amar la sabidurÃa que me alimenta y me hace crecer?¿Cómo no amar el conocimiento que me enseñará a vivir una vida mejor? Ha de amarse este don con la misma pureza con el que el hombre se goza con la mujer de su mocedad, con la pureza con la que en nuestra memoria ha quedado grabado nuestro primer amor.
Alejarse de la fuente de bendiciones acarrea dolor. La falta de conocimiento nos lleva a cometer errores cuyas consecuencias tendremos que sufrir más tarde o temprano. Son errores precisamente por eso, porque sus consecuencias nos causan dolor, y no tanto porque los convencionalismos y las normas de una tradición cultural o religiosa los tengan calificados como tales. Aunque si observas cuidadosamente todas las normas culturales y religiosas que sustentan el entramado de una doctrina espiritual, si profundizas en tu búsqueda de conocimiento sobre ellas, comprenderás que están elaborados con sabidurÃa para evitarnos el sufrimiento. Lucha internamente, espiritualmente por ser feliz, y verás que la búsqueda de conocimiento y comprensión es crucial en esta meta personal de lograr y dominar tu propia plenitud personal de una forma libre. Actúa por comprensión, por sabidurÃa y no por convención, sin saber lo que haces. De la misma manera que un niño entiende y cumple mucho mejor una norma si se le explica que si se le impone, tú mismo deberás afrontar la aventura de encontrar un conocimiento propio, individual e interno que sustente y te haga entender los criterios coherentes según los cuales has de organizar tu vida y manifestar tu propio poder y seguridad personal. El conocimiento de la cabbaláh ayuda a entender muchas de las normas, (en hebreo llamadas mitzvot) que ayudan a regular la vida de un judÃo en particular y de cualquier otra persona en general que busque acercarse a Dios. Comprender para amar, amar para superar el sufrimiento. ¿Qué bendición puede haber mayor?
Asà que cuando el dolor nos pinza, como inevitablemente sucede en un mundo en el que luz y sombra conviven juntas, algo en nuestro interior se revuelve intentando buscar una solución, una superación. La semillita enterrada en la oscuridad siente la necesidad de ascender hacia la luz superior. Al preguntarnos ¿por qué?, estamos haciendo despertar a nuestra jojmáh interior. El dolor nos curte y nos hace madurar. Nos ayuda a poder comprender y a saber perdonar. Por eso, muchos, se acercan a la búsqueda de ese conocimiento interior después de haber sufrido mucho y haber podido madurar y reflexionar sobre varios aspectos de la vida. En la cabbaláh se encuentra depositado ese conocimiento interior y esto explica por tanto, porque tantos cabalistas afirman que al estudio de la cábala también se llega por dolor.
Todos nos acercamos al estudio de la cábala por una mezcla de ambas cosas, aunque depende de la trayectoria de cada cual, en unos predomina más una cosa que otra. Analizate a ti mismo si quieres aproximarte a estos estudios. ¿Por qué lo haces? Dichosos aquellos que vienen por el camino del dolor, pues podrán comprender, mejorar y superar cosas. Mucho más dichosos y bienaventurados los que hagan por el camino del amor, pues su ganancia será triplicada.
¿Por qué estudias cábbala? Pregúntate a ti mismo de nuevo. Para ser merecedor de esta disciplina, junto con todos los beneficios que ella implica, hay que cumplir con las normas sobre las que ella misma se sustenta. Si quieres recibir sabidurÃa en generosidad de la Fuente que todo lo da sin recibir nada a cambio, tendrás que convertirte tú también en esa misma Fuente. Asà nos lo explica Moshé Cordovero en lo que respecta a los merecedores de esta ciencia:
"Son los que siguen el camino recto, tienen nociones de la Biblia, del Talmud (...) y de esta ciencia, a la que estudian de forma desinteresada a fin de penetrar los misterios, conocer a su Creador, alcanzar ese maravilloso nivel en el que dominarán verdaderamente el conocimiento de la Toráh, rezar delante de su Creador y unificar al Santo Bendito Sea y su Shejináh, en cumplimiento de los preceptos. Tal es el culto agradable ante el Creador del mundo." La Douce Lumière, p. 81.
Es admirable el Amor de un pueblo por su sabidurÃa, de la misma forma que la amó el rey Salomón, a pesar de su caÃda y del dolor que esto le causó. En el dolor persiste la esperanza de las ascuas que podrán volver a ser llama. En el dolor de un pueblo que perdió su paÃs y su templo, después del año 70 d.d.C, generaciones enteras de sabios se esforzaron, de forma completamente desinteresada, en escribir, durante siglos, toda la sabidurÃa que pudieron rescatar del pueblo Israel y que dejaron recogida en el Talmud y antiguos textos cabalÃsticos como el Séfer Yetzirá o el Séfer HaBahir. Nadie les pagó un duro por ello, pues para ganarse la vida, vivÃan del producto de su trabajo, muchos de los cuales eran manuales y humildÃsismos. Hay muchas referencias de este hecho en el Talmud. Maravillosa la forma en como el dolor de un pueblo acrecentó su amor por terminar de asir y rescatar aquello que comprendÃan que era la fuente de su bendición y que podÃan acabar perdiendo por completo si no se entregaban a ello con más "pasión desinteresada". De la misma forma que valoramos más las cosas cuando estas nos empiezan a faltar, el pueblo de Israel perdió su estado pero no su sabidurÃa a la que se entregó intensificando aún más su amor y sacrificio. Pérdida necesaria a juzgar por la compensación de la ganancia. Y mérito indiscutible, el de los antiguos sabios talmúdicos que no dieron ningún valor comercial a la cábala ni adulteraron la pureza del amor con que debÃan amarla. Debemos reflexionar, valorar este hecho y seguramente imitarle, si queremos ser de nuevo merecedores de las bendiciones que te sostienen con fuerza en el amor a la SabidurÃa.
¿Tiene el verdadero amor algún interés que no sea el de gozarse de sà mismo envuelto en el océano de su bienaventuranza? Cuan feliz se me hace el estudio de los textos de los antiguos cabalistas. Encerrarme en el lugar de mi casa, en mi "Makom HaBait" para zambullirme en la dulzura del estudio y de la meditación. Sentirme igual que los antiguos hebreos que cuando venÃan de cumplir con sus obligaciones del trabajo material, se dedicaban a profundizar en el estudio de la Toráh. Cuan feliz me hace el hecho de poder salir de nuevo al exterior y compartir esta sabidurÃa de forma generosa con todos los que quieran ser mis amigos. Gracias a todos mis alumn@s del taller de cábala, también por recibir y ayudarme a entregar. Amado Maestro, con la Santa locura de este beso de Amor has perpetuado y sellado mi felicidad.