"Los niveles de la mente comprenden al pensador, el pensamiento y la palabra. Uno influencia al otro.
La palabra existe en el tiempo. También el pensamiento está en el tiempo, porque se tienen distintos pensamientos en tiempos diferentes.
Hay también una esencia que liga el pensador al pensamiento. Es una esencia que no puede ser captada. Es el atributo de la Nada. A menudo se usa para referirse a ella el nombre de Hyle (el estado entre lo potencial y la realización.)
Un huevo se convierte en pollo. Sin embargo, hay un instante en que no es ni lo uno ni lo otro. Nadie puede determinar ese instante porque en él, "eso", se halla en su estado de Nada.
Lo mismo es cierto de la transición de pensador a pensamiento, o de pensamiento a palabra. Es imposible captar la esencia que los une...
Para unir a todos entre sÃ, hay que alcanzar el nivel de la Nada.
Por eso dijo: "Si Nada, bórrame" (éxodo 32:32). Los israelitas habÃan adorado el becerro de oro y, habÃan sido manchados por la idolatrÃa. Lo que Moisés querÃa hacer era elevarles de vuelta a su nivel original. Por ello se llevó a sà mismo al nivel de la Nada y queriendo ir todavÃa más alto pidió asÃ: "bórrame". Al alcanzar el nivel supremo pudo atar todo en lo alto.
Piensa en ti como nada y olvÃdate por completo de ti al orar. Ten sólo en mente que estás rezando por la Presencia Divina.
Entonces puedes entrar en el Universo del Pensamiento, un estado que está más allá del tiempo. En ese dominio todo es lo mismo, la vida y la muerte, la tierra y el mar.
...Pero para poder entrar en el Universo del Pensamiento, en el que todo es lo mismo, debes renunciar a tu ego y olvidarte de todos tus problemas.
No podrás llegar a ese nivel si te adhieres a cosas fÃsicas mundanas. Porque asà te adhieres a la división entre el bien y el mal, incluida en los siete dÃas de la creación. ¿Cómo entonces podrás aproximarte a un nivel por encima del tiempo, en el que reina la unidad absoluta?(...)" El Maggid de Mezricher
"Hay que incluirse en la Unidad de Dios, que es la Existencia imperativa. Sin embargo, no se puede ser digno de ello a menos que antes uno se halla nulificado a sà mismo. Es imposible nulificarse sin meditación Hitbodedut.
Al meditar y expresar los pensamientos espontáneos delante de Dios, se puede merecer el nulificar todos los deseos y todas las caracterÃsticas negativas. Se será entonces capaz de nulificar todo el propio ser fÃsico y ser incluido en la RaÃz.
El mejor tiempo para meditar es por la noche, cuando el mundo se halla libre de preocupaciones terrenales. Puesto que la gente se halla inmersa en lo mundano durante el dÃa, se será retenido y confundido de modo que no se podrá adherir a Dios e incluirse en Él. Aun cuando uno mismo no esté implicado en las actividades mundanas, al estar todos absorbidos por tales vanidades, es difÃcil el anularse a uno mismo.
Es también necesario el meditar en un lugar aislado. Este debe hallarse fuera de la ciudad, o en una calle solitaria, o en algún otro lugar en el que no pueda haber nadie. Porque dondequiera que haya gente siempre estarán dedicados a lo mundano. Incluso aunque puedan no hallarse en ese lugar en ese momento, el mismo hecho de que generalmente estén allÃ, puede confundir la propia meditación, y entonces uno no puede nulificarse e incluirse en Dios.
Se debe por lo tanto estar solo, por la noche, en algún camino en el que no se suela encontrar a nadie. Váyase allà y medÃtese, limpiando mente y corazón de todo asunto mundano. se será entonces digno de experimentar un aspecto verdadero de la autonulificación.
Meditando por la noche en un lugar aislado, habrá que hacer uso de muchas oraciones y pensamientos, hasta que se nulifica un rasgo o deseo. Continúese en ese lugar y tiempo, procediéndo de ese modo , hasta haber anulado todo. Si algo de ego permanece, trabájese para nulificarlo. Continúese hasta que no quede nada.
Si se es verdaderamente digno de tal nulificación, entonces el alma será incluida en su raÃz, que es Dios, la Existencia Necesaria. Todo el mundo seráentonces incluido en esa RaÃz junto con tu alma." Rabbà Najmán de Breslev (1772-1810)
MONTE DE LA PERFECCIÓN O MONTE CARMELO
"1
Para venir a gustarlo todo
no quieras tener gusto en nada.
Para venir a saberlo todo
no quieras saber algo en nada.
Para venir a poseerlo todo
no quieras poseer algo en nada.
Para venir a serlo todo
no quieras ser algo en nada.
2.
Para venir a lo que no gustas
has de ir por donde no gustas.
Para venir a lo que no sabes
has de ir por donde no sabes.
Para venir a poseer lo que no posees
has de ir por donde no posees.
Para venir a lo que no eres
has de ir por donde no eres.
3.
Cuando reparas en algo
dejas de arrojarte al todo.
Para venir del todo al todo
has de dejarte del todo en todo,
y cuando lo vengas del todo a tener
has de tenerlo sin nada querer,
porque , si quieres tener algo en todo,
no tienes puro en Dios tu tesoro.
4.
En esta desnudez halla el
espÃritu su descanso, porque, no codiciando nada,
nada le fatiga hacia arriba,
y nada le oprime hacia abajo,
porque está en el centro de su humildad."
San Juan de la Cruz
"Reflexionando un poco sobre las diversas circunstancias de la vida, bien vale la pena comprender seriamente las bases sobre las cuales descansamos.
Una persona descansa sobre su posición, otra sobre el dinero, aquella sobre el prestigio, esotra sobre su pasado, esotra sobre tal o cual tÃtulo, etc., etc., etc.
Lo más curioso es que todos, ya sea rico o mendicante, necesitamos de todos y vivimos de todos, aunque estemos inflados de orgullo y vanidad.
Pensemos por un momento en lo que puedan quitarnos. ¿Cuál serÃa nuestra suerte en una revolución de sangre y aguardiente? ¿En qué quedarÃan las bases sobre las cuales descansamos?, ¡ay de nosotros, nos creemos muy fuertes y somos espantosamente débiles!
El "Yo" que siente en sà mismo la base sobre la que descansamos, debe ser disuelto si es que en realidad anhelamos la auténtica Bienaventuranza.
Tal "Yo" subestima a las gentes, se siente mejor que todo el mundo, más perfecto en todo, más rico, más inteligente, más experto en la vida, etc.
Resulta muy oportuno citar ahora aquella parábola de Jesús el Gran KABIR, acerca de los dos hombres que oraban. Fue dicha a unos que confiaban en sà mismos como justos, y menospreciaban a los otros.
Jesús el Cristo, dijo: "Dos hombres subieron al Templo a orar; uno era fariseo y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aún como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmo de todo lo que gano. Más el publicano estando lejos, no querÃa ni alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: Dios, se propicio a mÃ, pecador. Os digo que este descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido" (Lucas XVIII, 10-14)
Empezar a darse cuenta de la propia nadidad y miseria en que nos encontramos, es absolutamente imposible en tanto exista en nosotros el concepto ese del "más". Ejemplos: yo soy más justo que aquel, más sabio que fulano, más virtuoso que sutano, más rico, más experto enlas cosas de la vida, más casto, más cumplidor de sus deberes, etc., etc., etc.
No es posible pasar a través del ojo de una aguja mientras seamos "ricos", mientras en nosotros exista ese complejo del "más."
"Es más fácil hacer pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios."
Eso de que mi escuela es la mejor y que la de mi prójimo no sirve; eso de que mi Religión es la única verdadera y que todas las demás son falsas y perversas; eso de que la mujer de fulano es una pésima esposa y de que la mÃa es una santa; eso de que mi amigo Roberto es un borracho y que yo soy un hombre muy juicioso y abstemio, etc., etc., etc., es lo que nos hace sentirnos ricos; motivo por el cual somos todos los "CAMELLOS" de la parábola bÃblica con relación al Trabajo Esotérico.
Es urgente auto-observarnos de momento en momento con el propósito de conocer claramente los fundamentos sobre los que descansamos.
Cuando uno descubre aquello que más le ofende en un instante dado; la molestia que le dieron por tal o cual cosa; entonces descubre las bases sobre las cuales descansa psicológicamente.
Tales bases constituyen según el Evangelio Cristiano "las arenas sobre las cuales edificó su casa".
Es necesario anotar cuidadosamente cómo y cuándo despreció a otros sintiéndose superior tal vez debido al tÃtulo o a la posición social o a la experiencia adquirida o al dinero, etc., etc., etc.
Grave es sentirse uno rico, superior a fulano o a sutano por tal o cual motivo. Gente asà no puede entrar al Reino de los Cielos.
Bueno es descubrir en qué se siente uno halagado, en qué es satisfecha su vanidad, esto vendrá a mostrarnos los fundamentos sobre los que nos apoyamos.
Sin embargo, tal clase de observación no debe ser cuestión meramente teórica, debemos ser prácticos y observarnos cuidadosamente en forma directa, de instante en instante.
Cuando uno comienza a comprender su propia miseria y nadidad; cuando abandona los delirios de grandeza; cuando descubre la necedad de tantos tÃtulos, honores y vanas superioridades sobre nuestros semejantes es señal inequÃvoca de que ya empieza a cambiar.
Uno no puede cambiar si se aferra a eso que dice: "Mi casa". "Mi dinero." "Mis propiedades."Mi empleo." "Mis virtudes." "Mis capacidades intelectuales." " Mis capacidades artÃsticas." "Mis conocimientos". "Mi prestigio". etc., etc., etc.
Eso de aferrarse a lo "MÃo" o a "MÃ", es más que suficiente como para impedir reconocer nuestra propia nadidad y miseria interior.
Uno se asombra ante el espectáculo de un incendio o de un naufragio; entonces las gentes desesperadas se apoderan muchas veces de cosas que dan risa; cosas sin importancia.
¡Pobres gentes!, se sienten en esas cosas, descansan en tonterÃas, se apegan a eso que no tiene la menor importancia.
Sentirse a sà mismos por medio de las cosas exteriores, fundamentarse en ellas, equivale a estar en estado de absoluta inconsciencia.
El sentimiento de la "SEIDAD", (EL SER REAL), sólo es posible disolviendo a todos esos "YOES" que en nuestro interior llevamos; antes, tal sentimiento resulta algo más que imposible.
Desgraciadamente los adoradores del "YO" no aceptan esto; ellos se creen Dioses; piensan que ya poseen esos "Cuerpos Gloriosos" de que hablara Pablo de Tarso; suponen que el "YO" es Divino y no hay quien les quiete tales absurdos de la cabeza.(...)
(...) Existen momentos en la vida en que la mente sin preocupaciones de ninguna clase reposa. Cuando la mente está quieta, cuando la mente está en silencio adviene entonces lo nuevo.
En tales instantes es posible ver las bases, los fundamentos, sobre los cuales descansamos.
Estando la mente en profundo reposo interior, podemos verificar por sà mismos la cruda realidad de esa arena de la vida, sobre la cual edificamos la casa. "
Samael Aún Weor.
