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Si hay algún tipo de música que despierta en nosotros una sensiblidad especialmente espiritual, de cálido sabor mÃstico, esa es la música de Tomás Luis de Victoria, alguien que, al igual que Teresa de Jesús, está ligado a la ciudad de Ãvila, y que para muchos, expresa la mÃstica de la carmelita en términos musicales. Fueron contemporáneos y, aunque no se sabe si realmente coincidieron en vida, puesto que Victoria marchó de Ãvila muy pronto, es poco menos que inevitable relacionarlos. Aunque sólo sea por una cuestión de similitud artÃstica y estética. Teresa con la pluma y Victoria con los sonidos. Ambos unidos en una misma sensiblidad espiritual que une ambos lenguajes. Tomás Luis es la Victora de Teresa hecha música.
Los abulenses lo saben muy bien y este año aprovechan para vincular su festival musical sobre Tomás Luis de Victoria (abulensis), que ya llevan celebrando desde hace dos años con enorme éxito, acogida, nivel de interpretación y calidad musical; con la figura de la Santa de Ãvila. Aprovecho ya de paso para recomendar la asistencia a las actividades del mismo que se celebran en la última semana de agosto de este año.Â
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Pero más allá de los fastos, pompa y circunstancia que estos eventos generan, y no faltos de visión de negocio; quiero llevar la atención al disfrute de la música de Victora vivida desde la interioridad y la intimidad, como a Teresa le gustaba vivir su relación con Cristo y como muy seguro que sentÃa la inspiración el mismo Victoria, pues era dado también a la contemplación. Es esta, a mi modo de ver, la forma más pura y auténtica de acercarse a esta música, de gozarla y entenderla, descubriendo los entresijos de su contrapunto y cuando se aprende a oÃr esta música también un poco dentro de sà y no solo desde fuera. Muy parecido a descubrir las galerÃas y pasadizos escondidos del Castillo Interior de Teresa, entrando en nuestra interioridad psicológica, asà se aprende a descubrir y disfrutar con los juegos del contrapunto que despiertan enormemente nuestra sensiblidad a la escucha musical, y también hacia lo espiritual. Igual que el "alma tiene que aprender a entar dentro de sÃ" para entrar al Castillo Interior de la contemplación; asà tenemos que meternos dentro de esta música, de forma que lo uno va de la mano con lo otro y ambas cualidades se ayudan y se potencian. Me parece poco menos que imposible que alguien que se haya interesado por la mÃstica desde un punto de vista práctico y haya ahondado un poco en su contemplación interior, no tenga el mÃmino de sensiblidad para dejarse transportar mÃsticamente por los juegos musicales, armónicos y contrapuntÃsticos del Maestro Victoria.Â
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Asà que aquà os dejo unos vÃdeos para que escuchéis varias obras de Victoria por uno de los coros que, según mi gusto, mejor le interpretan. The sixteens. Tres de ellos son además un documental sobre la vida de Victoria y la relación que pudo tener con la ciudad de Ãvila y con Teresa de Jesús. Espero que los disfrutéis tanto como yo. No sé como expresar la alegrÃa y la paz tan grandes, asà como el sentimiento tan elevado que me proporciona escuchar este tipo de música con una interpretación tan depurada, con unas voces tan limpias y tan  bien colocadas. Arte, belleza, sensiblidad y precisión técnica se aunan en torno a ellas.Â
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Mi favorita de todas, "Oh Magnum Mysterium.":Â
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La presencia del Eterno Femenino siempre acompañará a la música de inspiración Divina, como la Amada Inmortal acompañó siempre a Beethoven:
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