Cuando todas las músicas de fuera se hayan apagado, cuando su sonido se haya esfumado ... hay que seguir escuchando la música de dentro. Esa es la real que suena eternamente. Es la música callada de la que nos habla San Juan de la Cruz.
¡No te preocupes por conservar estas canciones!
Y si se rompe alguno de nuestros instrumentos,
no importa.
Hemos ido a parar al lugar
donde todo es música.
El rasgueo y las notas de la flauta
se elevan hacia la atmósfera,
y aunque se quemara el arpa de todo el mundo,
seguirán quedando instrumentos escondidos.
AsÃ, la llama de la vela titila y se apaga.
Tenemos un trozo de pedernal, y una chispa.
El arte de cantar es espuma de mar.
Los gráciles movimientos provienen de una perla
sita en alguna parte del fondo del océano.
Los poemas, deseosos, se elevan como la rociada del mar y
el reborde de maderas que la marea deposita en las playas.
Provienen
de una lenta y poderosa raÃz
que no podemos ver.
Interrumpe las palabras ahora.
Abre la ventana del centro de tu pecho
y deja que los espÃritus entren y salgan volando
Rumi.