Se ha pospuesto el inicio del segundo libro del Mathnawi por la siguiente razón: a veces Dios revela toda la sabidurÃa para llevar a cabo cierta acción, y el que escucha queda tan sobrecogido al contemplarla que es incapaz de ejecutar dicha acción, perdido en lo infinito, incapaz de comprender ni hacer nada.
Entonces Dios reduce la porción de sabidurÃa y, para poder guiar al que escucha, crea una pequeña brida que le quepa al individuo por la cabeza. El tamaño de la rienda es importante cuando te encuentras con un camello tozudo. Si le tira demasiado, se tumbará y se negará a moverse. Si le queda demasiado holgada, no te hará caso. La proporción de sabidurÃa provechosa para una persona es una mezcla de sutil como la que se hace con arcilla y agua para fabricar ladrillos. Si le falta agua se resquebraja y, si le sobra, se deshace. Dios se preocupa del equilibrio del individuo, excepto cuando da a los que se describen en el versÃculo: Él da y ellos reciben sin reparar en cálculos. Pero ese estado no se puede comprender sin haberlo saboreado.
Una vez, uno me preguntó: -¿Qué es el amor?-Piérdete en mi.- le dije. -Reconocerás el amor cuando se produzca.
El amor no sabe de cálculos. Por eso se dice que es una cualidad de Dios y no de los humanos. Dios te quiere. Es la única frase posible. El sujeto se convierte en el objeto hasta tal punto que el proceso es irreversible.¿A quién designará el pronombre "tú"cuando digas "Tú quieres a Dios"?"
Prefacio en prosa del Libro II
Rumi